Mercer, como el resto de sus amigos, utiliza emojis para comunicarse por mensaje de texto. En el 2016, cuando tenía 13 años, se le ocurrió una idea que tuvo mucho eco en el mundo de la tecnología: agregar sonido a los emojis. De esa iniciativa nació Audiots, una aplicación para iOS.
Unos meses después, Mercer también fundó 4 Girls Tech LLC, la compañía con la que desarrolló sus primeros 50 emojis con sonido (como la carita que manda un beso, por ejemplo), y la que pensó especialmente para inspirar a que otras adolecentes como ella de espíritu emprendedor puedan desarrollar sus sueños.
En diálogo con Forbes, la joven emprendedora dijo: “Mis amigos y yo nos comunicábamos mediante mensajes de texto y usando archivos de audio, y recuerdo haber pensado: '¿Por qué no intentar juntar todas estas cosas?'”. El paso siguiente fue ponerse en contacto con un diseñador de UX, un ingeniero de sonido y un desarrollador de aplicaciones. Juntos combinaron mensajes, emojis y sonidos: ella fue la que seleccionó cuidadosamente el audio y la experiencia de usuario adecuados para cada emoji. Trabajaron días enteros durante 5 meses hasta que pudo ser lanzado al mercado. La apuesta, sin dudas, fue un acierto, con una respuesta positiva y un ritmo de descarga diaria en continuo aumento.
Ese mismo año también lanzó su segunda aplicación, FriendIts, permitiendo a los usuarios crear comunidades privadas para compartir ropa, accesorios y cualquier otra cosa que quieran intercambiar.
Acerca de Friendits, Henderson explica que es una idea nacida de un problema muy común de los adolescentes: no encontrar ropa para ponerse. Entonces pensó en crear una comunidad donde su grupo de amigos pudiera intercambiar y compartir con otros cuando quisieran.
También ha trabajado en conjunto con la Sociedad para la Prevención de la Crueldad Animal (SPCA) creando Audiots de animales con sonidos especiales.
El año pasado terminó la escuela secundaria y decidió dedicar gran parte de su tiempo a crear, en este caso, su propia música. Como cantante, del mismo modo que siendo emprendedora, el futuro de Mercer no tiene límites.