Entre las espías que despertaron mayor fascinación, es imposible que el nombre de fantasía "Matahari" pasara desapercibido. Una legendaria bailarina holandesa que logró cautivar a los hombres de la época (y también a las mujeres) con sus danzas exóticas, hasta convertirse en espía una vez entrada la Primera Guerra Mundial.

Su nombre real era Margarita Zelle y nació en Leeuwarden, hija de un sombrerero y una madre que murió cuando era muy pequeña. A los 18 años atendió una solicitud de matrimonio en la página de contactos del periódico y se casó con Campbell MacLeod, un capitán de 39 años con el que se marchó a vivir a Indonesia, todavía una colonia holandesa, a donde había sido destinado.  Allí tuvo dos hijos y sufrió las penurias de un marido borracho, pero también conoció la fascinación de Oriente y los secretos de las danzas javanesas, que le serían muy útiles tras el naufragio de su matrimonio y la muerte de uno de sus hijos, que la obligaron a regresar a Europa en el año 1902. 

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, ella se encontraba bailando en un music-hall de Berlín. Distintas versiones afirman que Matahari aprovechó su agenda de conocidos en ambos bandos para ofrecer sus servicios a Kraemer, jefe del espionaje alemán, con la esperanza de poder volver a la neutral Holanda con sus pertenencias a salvo. 

Durante los años que duró la guerra, los Países Bajos se mantuvieron neutrales. Como ciudadana neerlandesa, Matahari podía cruzar las fronteras nacionales sin problemas legales. Para evitar los campos de batalla, la espía viajó entre Francia y los Países Bajos a través de España y Gran Bretaña,  movimientos que tarde o temprano lograron atraer la atención. Durante la guerra, Zelle estuvo involucrada en lo que se describió como una relación romántico-sexual muy intensa con un piloto ruso que servía con el ejército francés, el capitán Vadim Maslov, de 23 años, a quien llamó el amor de su vida.? Maslov era parte de la fuerza expedicionaria rusa de 50,000 enviados al frente occidental en la primavera de 1916.

Finalmente, Zelle fue ejecutada por un pelotón de fusilamiento de 12 soldados franceses justo antes del amanecer del 15 de octubre de 1917. Tenía 41 años.? Según un relato de un testigo presencial del periodista británico Henry Wales, rechazó llevar la venda en los ojos y ser atada al poste. Ella desafiantemente lanzó un beso al pelotón de fusilamiento.8? Zelle a menudo ha sido retratada como una mujer fatal, la mujer peligrosa y seductora que usa su sexualidad para manipular a los hombres sin esfuerzo, pero otros la ven de manera diferente: en palabras de los historiadores estadounidenses Norman Polmer y Thomas Allen, ella era "ingenua y fácilmente engañada", una víctima de los hombres en lugar de un victimario.