Martha Coston, inventora de la bengala que comunicaría a los barcos en la oscuridad
Reconocida por su invención de la bengala Coston, un dispositivo de señalización en el mar patentado, que fueron utilizadas inicialmente con fines militares por la Armada de Estados Unidos y posteriormente por Salvamento Marítimo a nivel mundial

Apasionada en lo personal como en lo profesional, esta joven inventora estadounidense nacida en 1826 en Maryland, se fugó a los 14 años con Benjamin Franklin Coston, de 21 años, que ya se había ganado una reputación de inventor prometedor.  
La joven pareja mostó enseguida su talento inventor. Si bien en un principio Martha se convirtió en ama de casa mientras Benjamin ocupaba el cargo de director del laboratorio científico de la Marina de los Estados Unidos en Washington D.C.  

En el astillero, Benjamin cumplió un rol fundamental en el perfeccionamiento del cohete explosivo inventado en 1844 por el británico William Hale (1797-1870) con vistas a su utilización por el ejército estadounidense durante la guerra contra México (1846-1848).  
Al mismo tiempo, Benjamin creó un nuevo tipo de cebador (cápsula fulminante de percusión) para piezas de artillería y diseñó un sistema de bengalas de señales codificado por colores para la comunicación entre barcos; hasta ese momento se usaban banderas durante el día y linternas en la oscuridad. 

En 1847 por cuestiones de dinero decidió renunciar a su puesto en la Marina y se convirtió en presidente de la Boston Gas Company. Si bien su posición económica mejoró, no sucedió lo mismo con su salud, que lentamente se fue deteriorando por la exposición a vapores químicos, tanto en el Astillero Naval como en la Compañía de Gas de Boston,  
Un año después falleció. Su trabajo en las bengalas de señalización, aunque importante, se limitó a planes y fórmulas químicas. Marta fue quien se encargó de llevar todo ese trabajo realizado por su marido a la práctica.  

Con voluntad y decisión, pero con nula formación científica, Martha tuvo que disimular con expertos y científicos y hasta en algunas ocasiones disfrazarse de hombre para que confiaran en ella.  Hasta ese momento las bengalas que habían sido probadas en el astillero de Washington  no funcionaban muy bien, debido a que eran difíciles de hacer y usar, las luces no duraban lo suficiente para ser detectadas de barco a barco o desde tierra, ni era sencilla la mezcla de compuestos químicos para generar colores ni las carcasas resistían las condiciones del mar. 

Para diferenciar los mensajes, Martha Coston consiguió recrear dos colores, el blanco y un rojo vivo, pero le faltaba un tercero. Primero probó con el color azul, pero finalmente resolvió que el color indicado sería un verde intenso producido por la empresa que ella misma creó y a la que llamó  Coston Manufacturing Company (CMC), con sede en Nueva York, y más adelante denominada Coston Signal Company (hasta 1927) y Coston Supply Company (hasta 1985). 

El 5 de abril de 1859, se le concedió la patente número 23.536 de EE.UU. para una señal pirotécnica nocturna y un sistema de código (la patente le fue concedida como administradora de su difunto esposo, que fue nombrado como inventor). Usando diferentes combinaciones de colores, permitía a los barcos hacerse señales unos a otros y también a la costa. 

El Capitán C.S. McCauley de la Marina de los Estados Unidos recomendó el uso de sus bengalas al Secretario de la Marina, Isaac Toucey, en 1859. Después de extensas pruebas que demostraron la efectividad del sistema, la Marina de los Estados Unidos ordenó un pedido inicial de 300 bengalas y más tarde hizo un segundo pedido por un valor de 6.000 dólares 

Martha Coston murió en 1904 y se encuentra enterrada en la Sección D, Lote 62, en el Cementerio Laurel Hill en Filadelfia.