En el verano del 2010, la joven Mallory de 11 años de la ciudad de Connecticut (EEUU) sufría de hipo a repetición. En el intento por curarlo probó con infinidad de médicos y recetas caseras, entre ellas algunas muy difíciles de digerir, pero nada parecía dar resultado. Ella no se dio por vencida y estaba convencida en encontrar una solución a su problema con el hipo.
Luego de semanas de prueba y obtener errores a repetición encontró una combinación que funcionó y que dio origen a un remedio para el hipo de agradable sabor y de gran efectividad. Combinó azúcar, sidra y las piruletas, y le puso el nombre de Hiccupop.
Fue en la cocina de la casa de su infancia donde elaboró las primeras versiones. Según las propias palabras de la joven emprendedora, los tres ingredientes de su invento sobre estimulan los nervios responsables del hipo y anulan los espasmos.
Luego de aquel verano y con el invento recién nacido, Mallory lo presentó en la Convención de Inventores de Connecticut y, como era de esperar, ganó el 1° premio infantil llamando la atención del Centro de Innovación de la universidad estatal, que puso a su disposición un equipo de científicos y técnicos de laboratorio para perfeccionar las piruletas antihipo.
En el 2012, luego de investigar con el aval de científicos y de probar su invento en decenas de casos, lanzó oficialmente su marca llamada Hiccupop, convirtiéndose en directora de su propia empresa con tan solo 13 años.
Para conocer más detalles de este fabuloso invento sugerimos el siguiente video: