¿Qué es lo que marca la diferencia entre tener buenas ideas y animarse a hacer algo con ellas?
Es la pregunta que surge casi inevitablemente al enterarnos de casos como el de Katelyn que, como ella, miles de niños y adolescentes emprendedores alrededor del mundo traen nuevas consigas en la forma de vender y llevar adelante sus propios productos (y así también, sus sueños).
Recuerda Katelyn en su biografía que, cuando estaba en la escuela primaria deseaba usar “las chanclas cuando hacía frío afuera”, pero su mamá recuerda que dijo “no, tienes que usar calcetines y zapatos".
¿Qué hizo? Se acercó a su madre con tijeras y calcetines y buscó la forma de seguir las reglas y seguir obteniendo lo que quería. “Usé mis Freetoes para ir a la escuela y mis amigos querían algunos, así que les pregunté si podía usar mi propio dinero, comprar calcetines, cortar los dedos de los pies y venderlos a mis amigos. Gané $ 100.00 en mi primera semana”
En 2009, con la ayuda de su abuela, cuenta que comenzó a cortar, coser y vender en los mercados locales y festivales logrando vender más de 10,000 pares. En 2012 apareció en CBC'S Dragons Den (versión canadiense de Sharks Tank) y al poco tiempo se asoció con la compañía local de BC Tickled Planet.
Desde entonces los distintos diseños se venden en importantes cadenas de EE. UU, como son Toys are Us, Hallmark, ubicaciones de Learning Express y cientos de otras en América del Norte.
Se venden en moda y calzado para damas y niños, spas y salones, tiendas de suministros para deportes y danza, y son perfectos para acampar. Y lo mejor, son para todas las edades.