Joanne Rowling, la creadora de la saga Harry Potter que apasionó a millones de lectores
Es una escritora, productora de cine y guionista británica, reconocida mundialmente por la saga Harry Potter que en 2008 superó los quinientos millones de ejemplares vendidos. Forbes la ubicó en el puesto 40 en su lista de las celebridades más poderosas del 2007 y la revista Time la seleccionó como «Personaje del Año”

Si bien es conocida bajo el seudónimo J. K. Rowling, su nombre real es Joanne Rowling, nombre que tuvo que modificar a pedido de la editorial Bloomsbury antes de publicar su primera novela, por haber puesto en duda que los lectores varones más jóvenes tuvieran reticencia a comprar libros escritos por una mujer. Por este motivo, resolvieron que dos iniciales en vez de su nombre de pila, Joanne. Como ella no tiene segundo nombre, eligió la letra K como su segunda inicial en honor a su abuela paterna Kathleen.  

Joanne nació el 31 de julio de 1965 en la localidad británica de Chipping Sodbury, cerca de Bristol, en el suroeste de la isla. Debido al trabajo de Peter, de su padre que era un ingeniero de la compañía Rolls-Royce y que estaba casado con Anne, una escocesa con raíces francesas, las mudanzas durante la infancia de Jo y su familia se convirtió en rutina.  

Al poco tiempo de estar en Yate se mudaron a Winterbourne, en los suburbios de Bristol, donde pasaba junto a su hermana menor Dianna horas de juego y fantasía. Siempre estuvo muy interesada en la lectura y en la escritura. A los 6 años, Jo creó un conejo y lo convirtió en su primer héroe en un cuento que tituló Rabbit. 

Destacaba en la clase de primaria por ser una alumna aplicada y por su pasión por inventar y contar historias a un reducido círculo de amigos en los recreos. Durante su adolescencia escribió mucho, pero, con la excepción de algunos cuentos, aunque todavía no se animaba a hacer públicas sus creaciones literarias. 

Al terminar sus estudios secundarios en Wyedean, Joanne se matriculó en la Universidad de Exeter por consejo paterno, donde estudió francés con el objetivo de obtener un buen trabajo como secretaria bilingüe. Una vez que obtuvo el título se trasladó a la sede de Amnistía Internacional en Londres para realizar un trabajo de investigación sobre las violaciones a los derechos humanos en el África francófona. Al tiempo se aburrió de la rutina y decidió que enseñaría lengua en el extranjero.  

Así fue que con 26 años se mudó a Lisboa, Portugal, donde trabajó como docente y logró tiempo para continuar con su verdadera pasión, la escritura. Allí se enamoró del periodista Jorge Arantes, con quien se casó, tuvo a Jessica, su pequeña hija, y a pesar de haber vivido años intensos de felicidad al poco tiempo acabó por divorciarse. 

En 1996, con una pequeña a cargo decidió regresar a Gran Bretaña, esta vez cerca de su hermana Dianna. Se instaló en la ciudad escocesa de Edimburgo donde llegó con la firme intención de acabar y publicar una novela sobre un tal Harry Potter, un personaje infantil con poderes mágicos, cuyas andanzas había imaginado bastante tiempo atrás durante un interminable viaje en tren entre Manchester y Londres. 

Un año después, la escritora obtuvo una beca del Scottish Arts Council que le permitiría concluir a cinco años de iniciada la novela, la que se convertiría en uno de los libros para niños y adolescente más populares del mundo: Harry Potter y la piedra filosofal. 

Tal fue el éxito que Jo se sintió afectada por tener que modificar drásticamente su sencillo estilo de vida. Ella solía escribir en un café al que tuvo que dejar de asistir por el acoso de dejar de escribir en el mismo café debido al acoso de admiradores y curiosos. En ese mismo momento adoptó una postura defensiva frente a las intromisiones en su vida privada y decidió dejar de  decidió dejar de dar clases para centrarse en la escritura. Luego de unos primeros bloqueos debido la inmensa presión de la prensa y sus seguidores, logró continuar con su labor.  

La realidad del extraordinario éxito superó ampliamente todas las expectativas de las editoriales británica y estadounidense que lo habían publicado. Las posteriores ediciones de los siguientes libros de la serie, que fueron Harry Potter y la cámara secreta y El prisionero de Azkabán, no hicieron más que reafirmar el éxito inicial y dieron lugar a un fenómeno literario, al que la prensa denominó “pottermanía”. 

Si bien Joanne fue condecorada con el título de Oficial del Imperio Británico y convertida en la persona que ocupa el tercer lugar por volumen de ganancias en su país, según un listado de la prestigiosa revista Forbes, intentó mantener su vida privada en reserva, continuar acercando ella misma a su hija a la escuela y escribir en distintos cafés de Edimburgo donde no fuera reconocida por la prensa.  

Por otro lado, Rowling también es una recnocida filántropa que desde su primer éxito literario apoya instituciones de caridad como Comic Relief, One Parent Families y Multiple Sclerosis Society of Great Britain.