Jean Batten fue la primera mujer en volar sola desde Inglaterra a Nueva Zelanda en los años 30
En la década del 30, ella fue la primera piloto mujer en recibir el premio más alto de la FAI, la FAI Gold Air Medal luego de su vuelo récord hecho en 11 días y 45 minutos

Tenía 27 años cuando hizo el vuelo récord en el que voló desde Inglaterra a Nueva Zelanda en un total de 11 días y 45 minutos y desde entonces el mundo entero la conoce y la recuerda.  

Nacida en Rotorua, Nueva Zelanda en 1909, Jean fue hija de un dentista, que por cuestiones laborales trasladó a toda la familia a Auckland, donde además de finalizar su escuela, estudió piano y ballet.  

Cuando el piloto australiano Charles Kingsford Smith la invitó a dar un vuelo en su avión de Southern Cross, algo en ella se despertó para siempre, decidiendo de manera rotunda que su destino sería ser piloto. 
Apoyada por su madre en cada paso de su crecimiento, en 1929 se mudaron a Londres, donde Jean se inscribió en el London Airplane Club, logró su primer vuelo en solitario en 1930 y obtuvo su licencia de piloto privado en 1932. 

En la época en que Amy Johnson era una de las aviadoras más populares, con fama internacional desde 1930, cuando se convirtió en la primera mujer en volar sola de Inglaterra a Australia. Atravesó en el aire 18.000 km en 19 días y tuvo un aterrizaje forzoso en Darwin, Territorio del Norte, del cual salió sana y salva.  

Inspirada en ella, Batten se propuso romper el récord de Amy, y después de dos intentos fallidos finalmente lo hizo, volando de Inglaterra a Australia en mayo de 1934 en un Gipsy Moth en 14 días y 22 horas. El logro le trajo éxito: trofeos, un contrato de patrocinio con Castrol Oil, un acuerdo editorial y giras de conferencias siguieron rápidamente. 

En 1935 estableció un récord mundial volando de Inglaterra a Brasil en un Percival Gull Six. Luego, al año siguiente, completó su vuelo récord en solitario desde Inglaterra a Nueva Zelanda. 

Despegando de Kent, Inglaterra a las 4.20 am del 5 de octubre de 1936, había instalado dos tanques de combustible adicionales en su Gull. Volaba día y noche, dormía poco, repostaba muchas veces y, a veces, soportaba el mal tiempo. Cruzó Europa, Oriente Medio y Asia antes de llegar a Darwin después de solo cinco días y 21 horas, 24 horas más rápido que el poseedor del récord anterior, Jimmy Broadben 

Unos meses más tarde, después de una gira de conferencias por Nueva Zelanda, voló de regreso a Inglaterra. Era su último vuelo de larga distancia. 

En la década del 30 se convirtió en la neozelandesa más famosa del mundo. Y todavía hoy es reconocida como una heroína en su país natal. Su rostro ha aparecido en sellos y billetes de banco, y ahora, cuando vuele a Nueva Zelanda, probablemente aterrice en la terminal internacional Jean Batten del aeropuerto de Auckland. 

Su vuelo le valió muchos premios y galardones mundiales, incluida la prestigiosa FAI Gold Air Medal de 1937. Fue la primera mujer en ganarlo. 

Después de la guerra, vivió al borde de la vista del público y nunca recuperó el apogeo de sus 20 años. Viajó, todavía con su madre, antes de establecerse en Tenerife, España. Tras la muerte de su madre en 1966, Batten permaneció en Tenerife hasta 1982, cuando, tras una breve estancia en Inglaterra, se trasladó a Mallorca, en el Mediterráneo. 

Parece irónico, pero no lo es. Jean murió a los 73 años, después de una infección por la mordedura de un perro, el 22 de noviembre de 1982.