Frances Morris es la primera en dirigir uno de los museos más populares del mundo
Ella es historiadora de Arte con más de dos décadas de experiencia, es la cuarta en dirigir el Museo Nacional Británico de Arte Moderno (Tate Modern), y la primera mujer en alcanzar el puesto.

Hace menos de una década, apenas en el año 2016, la experta en arte Frances Morris accedió al cargo de directora de uno de los museos más visitados del mundo, el Museo Nacional Británico de Arte Moderno, o Tate Modern como se lo conoce, convirtiéndose en la primera mujer en dirigir una galería de arte británica.  

Después de trabajar en la galería Arnolfini de Bristol se incorporó a la Tate Galería como curadora en 1987, convirtiéndose en la responsable de exhibiciones en el Museo Nacional Británico de Arte Moderno en su apertura en 2000 y en directora del fondo de arte internacional en 2006. 

Antes de ella, la dirección del reconocido museo pasaba de mano entre hombres, quienes fueron el sueco Lars Nittve, el español Vicente Todolí, y el belga Chris Dercon hasta el año 2016. 

Desde que Morris está al mando, se puso de relieve la necesidad de incorporar la mirada de artistas mujeres que no han sido tenidas en cuenta hasta el momento. Si bien, dice en distintas entrevistas que ella no se siente directamente determinada por la idea de género, asume un compromiso por equilibrar la colección. “Parte de mi estrategia es mostrar más artistas mujeres y fomentar carreras que han sido pasadas por alto”. 

Morris, que es licenciada en Historia del Arte por Cambridge y graduada en el Courtauld Instituto de Arte, desde que es pequeña recuerda estar rodeada de arte y cultura. Nacida en el sureste de Londres en el año 1958, hija de un padre arquitecto y una madre profesora de arte, solía ir de visita a uno de los museos que más la marcó y que estaba cerca de su casa: el Museo Nacional Marítimo de Londres. 

"Desde pequeña, me sentía atraída por una pintura fantástica de la muerte de Lord Nelson, que se exhibía junto con su uniforme en la batalla de Trafalgar. Era una experiencia muy profunda. Cuando me sentía triste iba a mirar esta pintura. Él se veía tan pálido y alejado del mundo", contaba en diálogo con “La Tercera”, con quienes también recordó otra de sus grandes inspiraciones de la niñez, el Museo de la Infancia en Bethnal Green. "Lo que más amaba era la colección de casas de muñecas. Hay algo de esas casas que me incentivó a querer trabajar en un museo. Algo de mover las cosas de lugar y ocupar espacios". 

Te sugerimos este video para conocer más de Frances Morris y de su visión a cargo del Tate Moderm.