Fiestas populares, ritos, tradiciones. La cámara de García Rodero ha sabido captar como nadie la esencia de la tradición, del mundo rural pero también la mirada de los niños de la guerra. Pintora de formación y fotógrafa de vocación, su trayectoria ha sido discreta pero también vertiginosa, hasta el punto de convertirse en la cuarta mujer en entrar en la Agencia Magnum y la primera en ponerle acento español.
"Ser fotógrafa no es disparar una foto, sino tener un proyecto”
Cristina García Rodero
Sus orígenes
Cristina nació en 1949, en Puerto Llano, Ciudad Real y llegó a Madrid en el año 68, en plena efervescencia del movimiento estudiantil para estudiar Bellas Artes. Al principio, estudió pintura de la mano del reconocido profesor Antonio López. Sin embargo, su afición a la fotografía le venía por línea paterna y tras pasar un tiempo en Florencia con una beca de estudiante, comenzó a dedicarse captar instantes con su cámara.
Una segunda beca, esta vez concedida por la Fundación Juan March, le cambió la vida porque gracias a ella comenzó un trabajo de tintes etnográficos y folklóricos plasmando las fiestas populares y costumbres de diferentes lugares rurales de España. Realizó más de 15.000 fotos que quince años más tarde se condensarían en un libro, "España Oculta" (Lunwerg, 1989), y una exposición en el entonces Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, que la llevarían a la fama mundial.
En 1974, entró a trabajar como profesora de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y en 1983, ya en su disciplina predilecta, la fotografía, comenzó a dar clases en la Facultad de Bellas Artes en la Universidad Complutense, tarea que compaginaba con sus trabajos fotográficos, tanto en España como en otros países.
En 2005 logró el reconocimiento internacional al convertirse en la primera persona de nacionalidad española (la única, por el momento), y la cuarta mujer desde su fundación en 1947, en entrar a formar parte de la prestigiosa Agencia Magnum.
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando la nombró académica de número en 2013 para la Sección de Nuevas Artes de la Imagen y en 2018, la Universidad de Castilla - La Mancha le concedió un Doctorado Honoris Causa, el primero de esta institución a una mujer.
La lista de premios y reconocimientos que ha recibido es enorme. En 1993 se alzó con el World Press Photo en la categoría de Arte y en 1996, logró el Premio Nacional de Fotografía. También cuenta con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Además de las numerosos exposiciones individuales y colectivas en las que ha participado, la obra de Cristina García Rodero se puede contemplar en museos e instituciones culturales de todo el mundo, desde el Museo Reina Sofía, al MUSAC, pasando por la George Eastman House o el Museo de Bellas Artes de Houston, entre otros.
En 2018, en Puertollano, su ciudad natal, se abrió un museo con su nombre que alberga buena parte de su obra.