Carmen demostró su pasión por las letras desde muy pequeña. Convertida en periodista, traductora, docente y traductora, desde muy joven se mostró comprometida por la construcción de una sociedad más igualitaria, dejando explicito en sus escritos su determinación en relación a la importancia de la educación de la mujer, ya que, en sus propias palabras, eso equivale a “ocuparse de la regeneración y del progreso de la humanidad.” 

Conocida como Colombine en el mudo de las letras, nació el 10 de diciembre de 1867 en Rodalquilar, en el municipio de Níjar (Almería), en el seno de una familia muy numerosa. Fue la mayor de diez hermanos y como ellos, recibió la misma educación a pesar de su género. Rebelde y decidida, siempre siguió sus instintos, aunque estos la llevaran por caminos peligrosos. Se casó con un hombre que su familia desaprobaba, con quien tuvo 4 hijos, 3 murieron al nacer; y el dolor se profundizó todavía más al enterarse de que era engañada. En ese momento decide abandonarlo, marcharse en 1910 a Madrid con su hija y comenzar a ganarse la vida escribiendo.  

Carmen empezó a trabajar de maestra y poco a poco comenzó a poner su tinta en diferentes medios como El País, El Globo o ABC en poemas, consejos, columnas o crónicas firmando bajo el pseudónimo de Colombine.  

Durante su etapa como periodista en el Heraldo de Madrid, comenzó a viajar y se convirtió en la primera corresponsal de guerra mujer de España en cubrir la guerra entre España y Marruecos, donde permaneció en el epicentro del conflicto enviaba sus artículos a España y retratando crudamente el desastre vivido. La convivencia con los soldados que luchaban en ese conflicto en los alrededores de Melilla le empujó a defender la objeción de conciencia. 

En 1914, cuando regresaba de un viaje a los países nórdicos, el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) la detuvo en Alemania. Desde allí también envió crónicas en la que describía ese caos y total desconcierto inicial que abría la puerta a una de las guerras más sangrientas del siglo XX.   

La mujer moderna y sus derechos fue publicada en 1927, una especie de síntesis del pensamiento feminista que Carmen de Burgos había construido a lo largo de su vida. Sin embargo, no llegó a ver como  las primeras mujeres españolas introducían sus votos en las urnas en 1933, ya que falleció un año antes. 

Tras la Guerra Civil (1936-1939), la Dictadura franquista puso a Burgos en la lista negra, condenando así el reconocimiento de la trayectoria, y las ideas feministas y revolucionarias que ella esgrimió en vida.  

Entre los escritos más destacadas vale recordar El tesoro del Castillo (1907), Senderos de vida (1908), El hombre negro (1916), La mejor film (1918), Los negociantes de la Puerta del Sol (1919), El "Misericordia" (1927) y Cuando la ley lo manda (1932).