Amaia siente verdadera pasión por lo que hace. Ella preside el club de futbol de la ciudad natal, ese mismo club que en la década del 40 nació como fruto de la unión del Deportivo Gallo y la Unión Deportiva Eibarresa, los dos principales clubes de ese entonces que tras la guerra civil se encontraban al borde de la desaparición y que optaron por cooperar y así sobrevivir, marca inevitablemente la impronta de unión y sacrificio que desde su origen gobierna la impronta del club deportivo S.D. Éibar. Y esto, Amaia lo sabe. Y además encarna los valores en cada una de las decisiones tomadas desde el 2016, cuando asumió la presidenta del club.
Algo de historia
Nacida en 1961 en la pequeña ciudad de Éibar, en el País Vasco, Amaia trabajó desde joven en el negocio familiar de su madre, Amaya Tellería, quien fundó en 1958 una empresa dedicada en sus orígenes al decoletaje (fabricación de piezas) y matriz del grupo y a la que llamó Industrias Amaya Tellería, que luego de unos años terminaría por convertirse en una de las compañías más importantes de la industria vasca.
La empresaria llegó a la presidencia del Éibar en el 2016 tras ser elegida por los socios del club, quienes ya la conocían por su labor en el consejo de administración del grupo empresarial fundado que fundó su mamá. Además, hacía dos años también forma parte del equipo de consejeros del club.
Ella realmente cree que otro futbol es posible, no solo por estar dirigido por una mujer, sino por los valores que busca propiciar: honradez, solidaridad, lealtad.
Al día de hoy tiene a su cargo 500 personas y un equIpo profesional que se destaca, según cuenta en diversas notas, por los valores de cooperación y lealtad a la camiseta.
En 2017 fue elegida presidenta por otros cinco años con la candidatura denominada Sigamos, formada por trece personas, tras recibir el apoyo mayoritario de los accionistas de la sociedad anónima deportiva. Es la primera presidenta en los 76 años de historia del club azulgrana.
Vale comentar que la representación femenina en el mundo del futbol es todavía extremadamente desigual. Solo seis mujeres han ocupado esta responsabilidad de hacerse cargo de la presidencia de un club de fútbol de la Primera División a lo largo de la historia del futbol de este país. Son Teresa Rivero (Rayo Vallecano), Ana Urquijo (Athletic Club), María de la Peña Berraondo (Real Sociedad), Lay Hoon Chan (Valencia), Victoria Pavón (Leganés) y Amaia Gorostiza (Éibar).