Florence Lawrence nació en 1886 en Canadá, pero se mudó a Estados Unidos con su madre cuando era niña. Su madre era actriz de teatro y le enseñó a Florence el arte de la interpretación. Desde muy joven, Florence empezó a trabajar en el cine mudo, donde destacó por su belleza y su talento. Pronto se convirtió en una de las actrices más populares y reconocidas de su época, llegando a ser conocida como "La chica Biograph", por la compañía cinematográfica para la que trabajaba. 

Pero Florence no solo se dedicaba al cine, sino que también le gustaban los coches, le encantaba conducir y coleccionar coches de todo tipo que reparaba ella misma. Su interés por la mecánica y la seguridad vial le llevó a diseñar dos inventos que hoy son imprescindibles en cualquier vehículo: el intermitente y la luz de freno. 

Un día, mientras conducía por la ciudad, se dio cuenta de que los conductores no tenían forma de comunicar sus intenciones a los demás. Esto provocaba muchos accidentes y confusiones. Así que se le ocurrió diseñar un dispositivo que indicara si el coche iba a girar a la derecha o a la izquierda. Era un palo que se movía hacia arriba o hacia abajo cuando el conductor pulsaba un botón. Lo instaló en su propio coche y lo patentó en 1914. Había inventado el primer intermitente de la historia. Por cierto la actual norma de circulación mantiene la señal con el brazo en caso de fallo de los intermitentes. 

El intermitente era un dispositivo que iba conectado al guardabarros trasero del coche y que permitía indicar la dirección de giro del auto con un brazo que subía o bajaba cuando el conductor pulsaba un botón .  

Pero una vez resuelto el problema para indicar la dirección que el coche iba a tomar quedaba uno aún mayor ¿cómo comunicar al resto de vehículos que vas a frenar? La luz de freno era una señal de "Stop" que se veía en la parte trasera cuando el conductor accionaba el freno . Estos inventos han permitido salvar millones de vidas en la carretera ya que ahora podemos reaccionar antes las maniobras del coche que nos precede. 

Florence patentó sus inventos en 1914, pero nunca llegó a comercializarlos ni a recibir beneficios por ellos. Su carrera como actriz también se vio truncada por varios problemas personales y profesionales, como un accidente de coche, un divorcio, una depresión y la llegada del cine sonoro. Finalmente, se suicidó en 1938, a los 52 años, dejando una nota que decía: "Estoy cansada. Espero que esto funcione". 

Sus inventos han salvado muchas vidas y han contribuido al desarrollo de la industria automovilística. Y nosotras debemos recordar su historia y darle el reconocimiento que en su época no tuvo.