Gerda Taro: La pionera fotoperiodista en el campo de batalla
Gerda Taro fue la primera mujer fotoperiodista de guerra que con su cámara mostro el horro de la II Guerra Mundial y de la Guerra Civil española. Toda una innovadora que abrió camino en un mundo muy complicado como el fotoperiodismos.

El 1 de agosto de 1910 nacía en Stuttgart, Alemania, una mujer destinada a cambiar el curso de la historia del fotoperiodismo de guerra: Gerta Pohorylle, conocida como, Gerda Taro. Esta periodista gráfica alemana se convirtió en una figura revolucionaria al ser la primera mujer fotoperiodista en cubrir un frente de guerra y, tristemente, también fue la primera en perder la vida mientras ejercía su pasión.

Gerda Taro creció en una familia judía polaca con orígenes burgueses, pero desde joven se unió a movimientos socialistas y obreros. Cuando los nazis tomaron el poder, sufrió una detención en 1933 y decidió huir a París junto a su amiga Ruth Cerf.

En la capital francesa, Gerda conoció a Endre Ern? Friedmann, un fotoperiodista judío húngaro con el que comenzó a trabajar y, pronto, se enamoraron. Juntos crearon un personaje que se convertiría en un icono de la fotografía: Robert Capa, un famoso fotógrafo estadounidense que vendía sus fotos a través de ellos al triple del precio. Este ardid les permitió recibir muchos más encargos y generar mayores ingresos económicos.

Entrenamiento de una miliciana republicana fotografiado por Gerda Taro. 1936

En 1936, con el estallido de la Guerra Civil Española, y Gerda y Endre se trasladaron a España para cubrir el conflicto. Juntos fotografiaban bajo el alias de Robert Capa, lo que dificultaba distinguir qué fotos pertenecían a cada uno.

Sin embargo, con el tiempo, la relación entre Gerda y Endre se distanció, y él se quedó con el nombre de "Robert Capa". Gerda comenzó a firmar sus fotografías con el seudónimo "Photo Taro".

Durante la Guerra Civil Española, Gerda Taro capturó imágenes impresionantes y emotivas de diferentes episodios del conflicto. Uno de sus reportajes más importantes fue el de la primera fase de la batalla de Brunete, que fue publicado en la revista Regards y le otorgó un gran prestigio.

Poco después, mientras cubría los bombardeos de la aviación del bando sublevado en Brunete, Gerda sufrió un trágico accidente durante el repliegue del ejército republicano. Una maniobra militar mal coordinada la dejó gravemente herida y, a pesar de los esfuerzos médicos, falleció en el hospital inglés de El Goloso de El Escorial el 26 de julio de 1937, a solo seis días de cumplir 27 años.