Françoise Bettencourt Meyers nació en Francia el 10 de julio de 1953 y es la heredera de L'Oreal, la empresa de cosmética y cuidado personal más grande del mundo. Su familia posee el 33% de las acciones de la compañía, fundada por su abuelo Eugene Schueller en 1909. Y ahora todo el mundo comienza a hablar de ella debido a la serie de Netflix 'El caso Bettencourt: el escándalo de la mujer más rica del mundo'

Françoise Bettencourt es también una escritora y estudiosa de la Biblia, que ha publicado varios libros sobre la relación entre el judaísmo y el cristianismo pero también es una mujer fuerte que ha luchado contra las adversidades. Prueba de ello es que Françoise Bettencourt siempre ha vivido su vida como ella misma la entendía. Se caso con Jean-Pierre Meyers nieto de un rabino judío y decidió criar a su hijos en el judaísmo pero esta decisión causo una gran polémica porque su abuelo Eugène Schueller fue juzgado por colaboración con los nazistas durante la ocupación.

Pero la gran polémica viene en el año 2007 "caso Bettencourt" cuando Françoise Bettencourt denunció al fotógrafo François-Marie Banier por aprovecharse de la debilidad mental de su madre, Liliane Bettencourt. El fotógrafo fue acusado de manipular a Liliane para obtener regalos y donaciones millonarias a su favor por valor de 1.000 millones de Euros, si hemos dicho mil millones de Euros. Françoise ante esta situación tan grave decidió defender a su madre pero para lograr parar la sangría económica que estaba generando el fotógrafo tuvo que pedir la declaración de incapacidad de su madre. Una dura decisión que Françoise Bettencourt  tuvo que tomar por el amor a su progenitora. Esta decisión genero una gran polémica y  fue acusada por varios medios de comunicación de que era ella quien querían robar a su madre.

El proceso judicial duró casi una década y reveló una trama de corrupción, evasión fiscal y financiación ilegal de políticos, que salpicó al expresidente francés Nicolas Sarkozy.  Lo que alimento mucho más la polémica.

El "caso Bettencourt" se resolvió en 2015 dando la razón a Françoise Bettencourt y condenado a Banier a tres años de cárcel, una multa de 350.000 euros y una indemnización de 158 millones de Euros. El juicio descubrió una importante trama de influencias y hubo otros 7 condenados por diferentes delitos.

Françoise Bettencourt logró reconciliarse con su madre pero poco después falleció, en el año 2017 a los 94 años de edad. Françoise heredó su fortuna y se convirtió en la mujer más rica del mundo, según la revista Forbes, con un patrimonio estimado en más de 83.000 millones de dólares. 

En la actualidad, Françoise se dedica a gestionar su herencia y a presidir la Fundación Bettencourt Schueller, que apoya proyectos de investigación científica, educación, cultura y solidaridad. También es miembro del consejo de administración de L'Oreal, donde defiende los valores éticos y sociales de la empresa.

Françoise Bettencourt Meyers es una mujer discreta y reservada, que prefiere mantenerse alejada de los focos mediáticos. Su pasión por la escritura y el estudio de las religiones refleja su interés por el diálogo intercultural y el respeto a la diversidad. Pero es una mujer fuerte capaz de defender a su familia ante la adversidad y luchar por aquello que ella cree correcto.