Ana Maiques, nacida en Valencia en 1972, es una economista española, investigadora y emprendedora con una trayectoria destacada en el ámbito de la innovación. Se graduó en Ciencias Económicas en la Universidad de Barcelona y obtuvo un MBA en la Universidad Metropolitana de Londres, complementado con el programa de gestión avanzado de la IESE Business School.
Su carrera emprendedora comenzó tras la quiebra de Starlab en 2001, donde Ana se convirtió en cofundadora y CEO de la empresa matriz Starlab. Posteriormente, en 2011, también cofundó y dirigió Nanoelectronics, una empresa centrada en la investigación tecnológica en los sectores espacial y de la neurociencia.
Cofundadora y CEO de Neuroelectrics, Ana Maiques lidera una empresa que se dedica a investigar y desarrollar tecnologías neuromoduladoras no invasivas. Su enfoque se centra en la creación de soluciones para la estimulación cerebral transcraneal (tDCS y tACS) y la monitorización EEG (electroencefalografía), con aplicaciones en neurociencia, neurología y psiquiatría.
Una de las contribuciones más significativas de Neuroelectrics es su producto estrella, "Starstim", un sistema de estimulación cerebral transcraneal. Actualmente, la empresa se encuentra inmersa en un estudio pivotal para la FDA en los Estados Unidos y Europa. Esperan completarlo para diciembre de 2024 y confirmar los resultados prometedores obtenidos en la fase piloto, donde demostraron una reducción del 47% en las crisis epilépticas en niños y adultos tras diez días de estimulación neuronal no invasiva.
Maiques ha recibido numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, incluido el prestigioso premio de Mujer Innovadora Europea del Año en 2014. Además, en 2019, fue seleccionada para formar parte del primer grupo asesor del Consejo Europeo de Innovación (EIC), destacando su papel como líder y visionaria en el mundo de la tecnología y la innovación.
Su dedicación a la investigación y su pasión por la innovación han dejado una marca indeleble en el campo de la tecnología neuromoduladora, demostrando que la ciencia y la tecnología pueden unirse para mejorar la calidad de vida de las personas.