Vivian Maier fue una increíble fotógrafa nacida en Nueva York tal día como hoy, 1 de febrero, de 1926. Su obra, centrada en la vida cotidiana de la calle, ha dejado una huella perdurable en la fotografía mundial, siendo admirada en todo el mundo.
Hija de Maria Jaussaud y Charles Maier, pasó parte de su juventud en Francia, donde desarrolló su pasión por la fotografía gracias a la influencia de la surrealista Jeanne J. Bertrand. En 1951, se mudó a Nueva York y comenzó a trabajar como niñera. Un año después, compró su icónica cámara Rolleiflex.
En 1956, se trasladó a Chicago. Allí trabajó los primeros años de niñera con una familia que le permitió instalar en la casa un cuarto de revelado donde positivaba algunos de sus carretes. En los años 80, fue cambiando de familias al tiempo que los niños crecían por lo que ya no podía revelar y los carretes se iban a cumulando. En la siguiente década, su trabajo era cada vez más inestable y precario y tuvo que desprenderse de su cámara y sus pertenencias, dejándolas en un guardamuebles. En diciembre de 2008 sufrió una caída en el hielo y falleció cuatro meses más tarde en una residencia del emblemático barrio de Oak Park.
Su obra se hubiese perdido de no ser porque el azar hizo que John Maloof en 2007 la descubriera. El periodista estaba buscando información para un libro sobre historia de Chicago y en una subasta compró un archivo fotográfico por 380$ que provenía de un guardamuebles en el que se habían dejado de pagar las cuotas. Lo descartó para su investigación pero decidió revelar algunos de los carretes y descubrió el fascinante tesoro de las fotografías de Maier. A partir de ese momento se dedicó a recuperar, investigar, difundir y proteger este ingente y valioso legado de alrededor de 100.000 instantáneas. Este proceso se muestra en el documental "Finding Vivian Maier" realizado por el propio John Maloof que se puede ver en Filmin.
"Era socialista, feminista, crítica de cine y campechana. Aprendió inglés yendo al teatro porque le encantaba. Solía llevar chaqueta de hombre, zapatos de hombre y un sombrero grande. Estaba tomando fotografías todo el tiempo y luego no se las enseñaba a nadie", cuenta Maloof.
La maestría de Vivian Maier, la sutileza de sus imágenes y la habilidad para captar momentos cotidianos hacen de ella en una leyenda de la fotografía, aunque en vida ella nunca lo supo.
