Madrid 16/05/2024
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En proceso de canonización, podría convertirse en la primera santa vasca

Rafaela Ybarra: Un legado de amor y compromiso social

Hija de un industrial vasco, fue la fundadora de la Congregación de los Ángeles Custodios.

17/01/2024 1 min
Rafaela Ybarra con sus hijos
Rafaela Ybarra con sus hijos — DP

El 16 de enero de 1843, en el seno de una acomodada familia de la alta sociedad bilbaína, nació Rafaela María de la Luz Estefanía de Ybarra y Arámbarri. Hija de Gabriel Ybarra, destacado industrial vasco, y María del Rosario de Arámbarri, una ferviente católica, Rafaela creció en un entorno de privilegios. Sin embargo, su vida no estuvo destinada a ser simplemente una existencia regalada.

Rafaela Ybarra

Desde joven, Rafaela fue testigo de la cruda realidad de la pobreza que azotaba las calles de su ciudad, especialmente entre las mujeres desarraigadas. A los 18 años, contrajo matrimonio con José de Vilallonga, un próspero industrial catalán vinculado a los negocios de su suegro. La pareja tuvo siete hijos, enfrentándose a la pérdida de dos de ellos y a la difícil situación de uno que sufrió una parálisis. Pero la generosidad de Rafaela no se limitó a su propia familia.

Con un corazón sensible a las dificultades de los obreros de las fábricas familiares, Rafaela se enfocó especialmente en las niñas y jóvenes expuestas a situaciones peligrosas. Inicialmente, acogía a estas muchachas en su propio hogar, pero su compromiso fue más allá al fundar instituciones como la Casa Asilo de la Sagrada Familia, contando con la colaboración de otras mujeres voluntarias.

Familia Vilallonga Ybarra

El mayor logro de Rafaela Ybarra fue la creación de la Congregación de los Ángeles Custodios. En 1894, junto a tres mujeres más, inauguró un piso con el propósito de acoger y cuidar a niñas desarraigadas. Este modesto comienzo evolucionó hasta convertirse en una congregación que actualmente cuenta con más de treinta casas distribuidas en España y América, llevando consigo el legado de solidaridad y amor de su fundadora.

El 8 de diciembre de 1900, Rafaela Ybarra falleció, pero su obra perdura. En reconocimiento a su dedicación y servicio desinteresado, 84 años después de su partida, fue beatificada por el Papa Juan Pablo II y actualmente se encuentra en proceso de canonización por lo que podría convertirse en la primera santa vasca. 

Rafaela Ybarra, una mujer que optó por transformar la riqueza material en una riqueza de compromiso social, sigue siendo un faro de inspiración para aquellos que buscan hacer del mundo un lugar más justo y compasivo.

Si queréis conocer más sobre su vida y obra, existe un breve documental con su nombre.

Documental sobre Rafaela Ybarra

 

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