En el anterior artículo nos hemos fijado en las mujeres directivas de la industria farmacéutica. Pero ¿Qué ocurre en el resto de puestos de trabajo?
Las mujeres son un pilar fundamental en la industria farmacéutica, un sector que apuesta por el talento femenino y que cuenta con una alta representación de mujeres en todos los niveles. Según la última encuesta sobre el Empleo en la industria farmacéutica innovadora 2021, realizada por Farmaindustria, el 53% de los trabajadores de este sector son mujeres, y el 64,4% son profesionales titulados.
La industria farmacéutica es un motor económico y social para el país, que genera más de 210.000 empleos directos e indirectos, y que se caracteriza por la estabilidad, la cualificación y la diversidad de su plantilla. Además, es un sector comprometido con la igualdad de género y el desarrollo del liderazgo femenino, como lo demuestra el hecho de que el 44,8% de los comités de dirección de las compañías farmacéuticas están formados por mujeres, muy por encima de la media de las grandes empresas del IBEX-35.
Las mujeres desempeñan un papel clave en la investigación, el desarrollo, la producción y la comercialización de medicamentos innovadores que mejoran la salud y la calidad de vida de las personas. Su contribución es esencial para hacer frente a los retos sanitarios actuales y futuros, como la pandemia de la COVID-19 o las enfermedades crónicas. Por todo ello, las mujeres son un activo imprescindible para la industria farmacéutica y para la sociedad en general.
Las mujeres son fundamentales para el desarrollo y la innovación de la industria farmacéutica. No solo representan una gran parte de la fuerza laboral en este sector, sino que también aportan sus conocimientos, experiencias y perspectivas a la investigación y el diseño de nuevos medicamentos y tratamientos. Las mujeres han contribuido de manera significativa al avance de la ciencia médica y la salud pública, desde el descubrimiento de la penicilina hasta el desarrollo de las vacunas contra el covid-19. Las mujeres en la industria farmacéutica no solo se dedican a la producción y distribución de los fármacos, sino que también ocupan puestos de liderazgo, gestión y dirección en las empresas y organizaciones del sector. Además, las mujeres son las principales usuarias y consumidoras de los productos farmacéuticos, por lo que su participación e influencia es clave para garantizar la calidad, seguridad y eficacia de los mismos. Las mujeres en la industria farmacéutica son un ejemplo de empoderamiento, talento y compromiso con el bienestar de la sociedad.
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