Sílvia Domènech es nombrada directora general de la Fundación La Fageda. Silvia se sumo a la fundación en el año 2012 como directora comercial y en el 2019 fue nombrada directora adjunta en 2019.
Cristóbal Colón fundador deja la presidencia a sus 75 años, pero con los nuevos nombramientos concluye el proceso estratégico que inició en 2013 para garantizar la perdurabilidad y sostenibilidad del proyecto. El proceso contemplaba ejecutar una serie de acciones, entre las cuales destacan, por un lado, un plan de inversiones que ha permitido renovar y mejorar tanto las infraestructuras industriales como los servicios a las personas que atiende la organización, y por otro lado, la preparación del relevo generacional en la gobernanza y dirección de La Fageda.
Cristóbal Colón expresa su confianza en el futuro de la organización que creó cuando tenía 33 años: “Está en muy buenas manos, me siento muy tranquilo por el compromiso y la solvencia profesional de los patronos y directivos”.
El fundador de La Fageda deja el mando de la organización satisfecho y convencido “que a lo largo de estos 42 años nuestro trabajo ha dado sentido a la vida de muchas personas. La suma del tiempo y esfuerzos dedicados al proyecto han valido la pena de una manera inmensa”. Colón agradece “la confianza y el esfuerzo de todas las personas, familias e instituciones que a lo largo de la historia de La Fageda nos han dado soporte. Sin todos ellos, La Fageda no sería lo que es”.
La historia de La Fageda, un proyecto social con estructura empresarial
En abril de 1982 Cristóbal Colón acompañado por el psiquiatra Josep Torrell llamó a la puerta del entonces alcalde de Olot, el empresario Joan Sala, para pedirle un local en el que montar una empresa que daría trabajo a una quincena de personas afectadas con enfermedades mentales.
Cristóbal Colón trabajo en los hospitales psiquiátricos de Zaragoza, Martorell y Salt, y pudo ver el poder transformador del trabajo y de su capacidad para dar sentido a las vidas de las personas que perdían su dignidad en aquellos entornos. Y fue entonces cuando concibió el sueño de La Fagela una empresa social con la clara misión de mejorar la vida de estas personas.
El alcalde le transmitió su confianza para llevar a cabo aquella “locura”, y aquello que empezó en un pequeño local del antiguo convento del Carme de Olot, es hoy una organización que reúne a más de 500 personas, que ha posicionado en el mercado una marca de calidad muy querida, que mantiene inalterable su misión y naturaleza no lucrativa.
La trayectoria que ha seguido La Fageda bajo su liderazgo, acompañado por su mujer, la terapeuta Carme Jordà, lo ha convertido en un proyecto destacado de la economía social que compite en el mercado con grandes multinacionales. El modelo socio empresarial de La Fageda es un ejemplo de integración social y laboral de personas con discapacidad intelectual y trastorno mental.