En un mundo remodelado por la pandemia, el desarrollo global de las mujeres se ha visto afectado en el entorno empresarial, experimentando cambios muy llamativos y dando como resultado entornos de trabajo más flexibles e híbridos donde ellas mismas y el liderazgo juegan un papel muy importante. Es muy pronto aún para saber si dichos cambios servirán para que las mujeres continúen escalando o si por el contrario supondrá un retroceso en el tiempo en cuanto a la igualdad de género. 

Si nos centramos en resultados globales, desde el 2004 al 2017 los cargos directivos ocupados por mujeres han ido en aumento, aunque de forma lenta e irregular, no obstante, hemos de señalar que en el año 2021 este ascenso fue de un 30% y las previsiones hablan de que, en un futuro, un tercio de todos los puestos de dirección estarán ocupados por mujeres, catalizando una mayor diversidad de género y produciendo un cambio transformacional duradero. 

En cuanto a la paridad de género en el mundo los porcentajes son positivos puesto que el 83% de los países encuestados en todos los continentes obtuvieron una proporción de mujeres líderes por encima del punto de inflexión del 30%, mientras que en relación con otros cargos directivos desempeñados tales cómo, mujeres delegadas consejeras y directoras generales, hemos visto como el porcentaje ha aumentado del 15% al 20% en 2020 y otros seis puntos porcentuales en el 2021.  Si bien tenemos que mencionar que globalmente, dentro del sector empresarial cada vez han sido llevadas a cabo diferentes acciones más deliberadas para promover la diversidad de género como, por ejemplo, la creación de una cultura inclusiva o la revisión de métodos de contratación. 

Acerca del impacto que la COVID-19 ha tenido y sigue teniendo en la diversidad de inclusión y posición de la mujer en la alta dirección empresarial, se presentan diferentes resultados. Contando con un porcentaje mundial del 69%, donde se esperan que las nuevas prácticas como la del impulso del trabajo flexible beneficien las trayectorias profesionales de la mujer.  

La investigación de Grant Thornton ha mostrado que el trabajo flexible es la cuarta acción más común tomada para aumentar la paridad de género en 2021 y que el porcentaje de empresas que están creando entornos de trabajo inclusivos está en alza. Es aquí donde los líderes deberán esforzarse en demostrar un conjunto de habilidades tales como la capacidad de adaptación al cambio para mantener esos porcentajes. Sin embargo y aunque se espera que dichos futuros líderes sean valientes y resilientes, parece ser que la clave primordial estará en la empatía. 

Durante la crisis sanitaria dichos líderes, según el presente informe, tuvieron una enorme capacidad para anticiparse y adaptarse a las circunstancias poniendo de manifiesto un liderazgo más empático y colaborativo, el cual parece que ha llegado para quedarse. Un 44% de directivos encuestados cree que las nuevas medidas implementadas sí tendrán un resultado positivo para la mujer a largo plazo en la empresa española, pero la recomendación hoy en día según cuenta Marta Alarcón, socia de Auditoría de Grant Thornton, sería aprovechar el modelo que esté implantado en cada compañía para continuar avanzando en la carrera que cada mujer tenía definida con anterioridad a la pandemia.

Afortunadamente España no retrocede y tras la crisis pandémica del 2020, la cifra histórica del 30% de mujeres directivas se mantiene en nuestro país, aunque sí que abandona su puesto en el top10 del ranking mundial dentro de los países analizados, disminuyendo así el número de mujeres CEO en España y el de empresas que aplican políticas de diversidad. 

Algunas conclusiones

La repercusión inicial más evidente debido a la COVID - 19 fue la de que muchas mujeres se vieron obligadas a trabajar desde casa, lo cual supuso un desafío de la idea tradicional de lo que significaba trabajar de una forma flexible. Sin embargo, durante el 2020, este impacto puso de relieve nuevos rasgos de liderazgo en el entorno empresarial con la consiguiente eliminación de prejuicios inconscientes preestablecidos y dando paso a una evaluación más positiva del talento femenino.