Jefe de Sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d´Hebron e Investigadora Principal del Grupo de Cáncer de Pulmón y Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología Vall d'Hebron (VHIO), la dra. Enriqueta Felip es una destacada figura en la comunidad médica internacional, reconocida por sus notables contribuciones en la investigación y tratamiento de cánceres torácicos y de cabeza y cuello. 

Graduada en Medicina por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), completó su Doctorado en Oncología Médica en la misma institución. Es pionera en el desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento, que ahora son estándares a nivel mundial. Sus líneas de investigación incluyen la individualización de la quimioterapia en etapas tempranas, el uso de enfoques farmacogenómicos y la optimización de estrategias de inmunoterapia. Sus investigaciones y ensayos clínicos buscan mejorar las opciones de tratamiento y la calidad de vida de los pacientes.

El futuro se presenta prometedor para esta líder en oncología, con nuevos objetivos en el horizonte, como implementar la determinación de la translocación de ALK, estudiar la eficacia de los inhibidores de PI3K/mTOR en pacientes con cáncer de pulmón resistente a EGFR-TKI, y analizar las características epidemiológicas y clínicas de las mujeres diagnosticadas con cáncer de pulmón.

Además de su trabajo en España, la Dra. Felip es consejera de Griffols y desempeña roles importantes en organizaciones internacionales de oncología. Es vicepresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y miembro de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) y la Asociación Internacional para el Estudio del Cáncer de Pulmón (IASLC). Su dedicación incansable y habilidad empática han brindado esperanza a muchos pacientes y han avanzado en la lucha contra el cáncer.

En resumen, la Dra. Enriqueta Felip es una científica e investigadora ejemplar que ha dejado una marca indeleble en el campo de la oncología. Su pasión por mejorar la vida de los pacientes y su contribución al avance del conocimiento médico merecen un reconocimiento que va más allá de las fronteras nacionales, siendo una inspiración para las generaciones futuras de oncólogos y científicos.