El Everest también es cosa de mujeres
635 mujeres han escalado el Everest, la pionera fue Junko Tabei en 1975. Y en España tenemos de referente a Edurne Pasaban que es la primera mujer en escalar los 14 ochomiles. Ejemplos de superación y constancia.

El monte Everest es la montaña más alta del mundo, con una altura de 8.848 metros sobre el nivel del mar. Escalar esta montaña es un gran desafío para los alpinistas, que deben enfrentarse a condiciones extremas de frío, viento y falta de oxígeno. A lo largo de la historia, miles de personas han intentado alcanzar la cima del Everest, pero solo unas pocas lo han logrado. 

Entre estas personas se encuentran algunas mujeres valientes y pioneras, que han demostrado su capacidad y su pasión por el montañismo. Según algunas fuentes , hasta abril de 2021, seiscientas treinta y cinco mujeres diferentes habían llegado a la cima del Everest, lo que representa el 11 por ciento del total de escaladores. El número de mujeres que escalan el Everest está aumentando cada año, lo que es un signo de progreso y empoderamiento femenino. 

La primera mujer en escalar el Everest fue Junko Tabei, una alpinista japonesa que coronó la cumbre el 16 de mayo de 1975, junto con el sherpa Ang Tsering . Junko fue también la primera mujer en completar las Siete Cumbres, es decir, las montañas más altas de cada continente. Junko fue una mujer que rompió barreras y estereotipos en una sociedad machista, y que fundó el primer club de alpinismo femenino de Japón. 

Otras mujeres que han hecho historia en el Everest son: 

- Reinhold Messner la primera mujer en escalar el Everest sin oxígeno suplementario, en 1988. 
- Edurne Pasaban, la primera mujer en subir los 14 ochomiles, es decir, las 14 montañas del mundo que superan los 8.000 metros de altura, en 2010. 
- Tamae Watanabe, la mujer de mayor edad en escalar el Everest, con 73 años, en 2012. 
- Mona Mulepati y Pem Dorje Sherpa, la primera pareja en casarse en la cima del Everest, en 2005. 

Estas son solo algunas de las mujeres que han dejado su huella en el Everest, pero hay muchas más que merecen reconocimiento y admiración por su valentía y su determinación. Escalar el Everest no es solo un reto físico, sino también mental y emocional. Las mujeres que han escalado el Everest son un ejemplo de superación y de amor por la naturaleza.